¿Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual?

Es una entidad clínica que se caracteriza por la presencia de irritabilidad y humor depresivo

 

Es una entidad clínica que se caracteriza por la presencia de irritabilidad, humor depresivo, angustia, sensación de tensión emocional, fatiga y síntomas físicos como dolor de cabeza, sensación de hinchazón, etc., que aparece aproximadamente 1 a 2 semanas antes del inicio de la menstruación y desaparece en los primeros 2 días después del inicio de está.

Podría ser considerado una forma severa de síndrome premenstrual, que produce una limitación en la vida de las mujeres que lo padecen.

¿Qué es Disforia?

Disforia es el término utilizado para señalar irritabilidad, mal humor.

¿Cuál es la diferencia entre padecer un Síndrome Premenstrual y un Trastorno Disfórico Premenstrual?

El síndrome premenstrual se caracteriza por síntomas físicos como dolor de cabeza, sensación de distensión y dolor abdominal, dolor mamario, fatiga y cambios emocionales tales como mal humor, ligera irritabilidad y sensación de angustia. A pesar de los síntomas, las mujeres que padecen síndrome premenstrual pueden continuar realizando sus actividades diarias. Esto es, no existe una disfunción social familiar o laboral. Se estima que el 90 % de las mujeres que menstrúan lo padece.

El trastorno disfórico premenstrual tiene una prevalencia menor en las mujeres fértiles, alrededor del 5 %. El impacto que producen sus síntomas provoca una enorme disfuncionalidad personal y social ya que los síntomas físicos y emocionales producen  una limitación grave en las mujeres que los padecen.

Las mujeres que padecen trastorno disfórico premenstrual se sienten irritables con sensación de “estar al límite”, aumento en los conflictos intrafamiliares, angustia intensa,tristeza, tendencia al llanto, aislamiento social, fatiga y otros síntomas serios en los 7 días previos a la menstruación. Los síntomas van desapareciendo en las primeras 48 horas después de iniciada la menstruación.

El impacto social es de tal magnitud, que se ve reflejado en el trabajo, en forma de ausencias y en disminución de la calidad en el desempeño del mismo.

En la vida familiar se manifiesta con posible aumento de los conflictos personales, de la pareja, los hijos y otros familiares.

Mujeres que padecen disforia premenstrual refieren que en esta etapa problemas que no tienen importancia se magnifican de tal manera que producen un grave deterioro en sus relaciones personales . Se quejan de la irritabilidad, agresividad, mal humor, y la sensación de estar al límite no tiene control; se tornan más impulsivas, emocionalmente inestables, generando un distanciamiento con la gente que las rodea y peor aún las heridas emocionales que dejan en su pareja, en sus hijos, en amigos y compañeros de trabajo son de difícil cicatrización.

Una vez que inicia la menstruación, con la mejoría del humor y disminución de la irritabilidad, la paciente se sentirá culpable por su conducta, de su incapacidad para manejar los conflictos y problemas, y ésta creará un círculo vicioso difícil de tratar.

Este mismo ejemplo se puede trasladar a la vida de pareja, a la laboral y a cualquier área de la vida de la relación.

¿Existe tratamiento para el Trastorno Disfórico Premenstrual?

Afortunadamente sí, existe tratamiento para este trastorno discapacitante. El manejo incluye medidas dietéticas, uso de complementos vitamínicos y lo más importante, el uso de medicamentos antidepresivos para disminuir los síntomas emocionales. El tratamiento del síndrome premenstrual data desde los años treinta pero sólo con los avances médicos surgidos en la última década hemos observado que las mujeres pueden verse libres de síntomas desde el primer ciclo de tratamiento. Ello es posible con los antidepresivos del tipo de los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina. De estas drogas la más ampliamente estudiada y utilizada es la Fluoxetina.

¿Cuál es el manejo terapéutico del trastorno Disfórico Premenstrual?

Las primeras medidas son higiénico-dietéticas, se indica a las pacientes una dieta pobre en sal, reducir la ingesta de cafeína y bebidas alcohólicas, durante la fase lútea, o sea, 7 días previos al inicio de la menstruación. Estas medidas ayudarán a reducir la sensación de inflamación y la retención de líquidos. La disminución en la ingesta de estimulantes como la cafeína y el alcohol evitará la aparición de síntomas ansiosos relacionados al consumo excesivo de estas sustancias, o de síntomas de ansiedad secundarios de abstinencia. En algunos casos el uso de vitaminas y minerales ha ofrecido beneficios. La realización de ejercicio físico también ayuda a disminuir síntomas. Estas medidas simples, son de cierta utilidad para aquellos casos de síndrome premenstrual, pero, en los que la gravedad de los síntomas emocionales es marcada y la disfuncionalidad se ve reflejada en el paciente y su contexto social, la utilización de medicamentos debe ser imperativa. Como ya se había mencionado anteriormente la más estudiada y utilizada de los ISRS es la Fluoxetina, por ser la droga que ofrece alivio a los síntomas emocionales prácticamente desde el inicio del tratamiento. Otros medicamentos del mismo grupo, pueden producir mejoría pero después de un período de uso más prolongado, y en dosis mayores.

La Flouxetina se administra una vez al día, por la mañana, en una dosis de 20 mg. Debe tomarse según indicación médica.